Los tetraníquidos son perjudiciales para los vegetales al perforar sus células y absorber sus contenidos, de manera que dañan las hojas, las cuales pierden superficie fotosintética a medida que esas criaturas se siguen alimentando de ellas. Conforme se agravan las lesiones producidas por los tetraníquidos, los vegetales pueden perder agua de manera descontrolada y sufrir un declive de su tasa fotosintética y del estado hídrico de su follaje.
Las poblaciones de estos ácaros se mantienen bajo control por la acción de la meteorología, la calidad de las especies huéspedes y de sus depredadores naturales, si bien estos últimos son mucho menos eficaces cuando se producen sequías y olas de calor intenso. Esto se debe a que las temperaturas elevadas no son propicias para buena parte de las especies depredadoras de estos ácaros, especies extremadamente importantes puesto que son responsables de mantener el número de tetraníquidos por debajo de un nivel dañino. Esos depredadores, en muchos casos, abandonan los vegetales y prefieren la hojarasca en descomposición u otros lugares más frescos y resguardados, pudiendo además entrar en estado de letargo.
Aparte de que los tetraníquidos están bien adaptados y desarrollan con rapidez resistencia a los plaguicidas (incluso en una misma temporada de cultivo), los plaguicidas agravan el problema, dado que destruyen las poblaciones de los depredadores, de manera que erradican los mecanismos de control naturales contra los tetraníquidos y aumentan las probabilidades de estos últimos de crecer a un ritmo explosivo. Por consiguiente, se busca un método de control alternativo.
En un
artículo publicado recientemente por la Royal Society se informa de una investigación sobre las respuestas de los ácaros a distintas bacterias. Uno de sus autores fue un investigador dotado con financiación europea en forma de una beca individual de las Acciones Marie Sklodowska-Curie Actions (MSCA) concedida en el marco del proyecto DOGMITE. Los investigadores indican que los tetraníquidos infectados con bacterias Gram-positivas y Gram-negativas presentan una mortalidad elevada en comparación con la de los ejemplares de control (tanto los sometidos a una infección simulada como los infectados con bacterias muertas por la acción del calor).
Los tetraníquidos no activaron ninguna respuesta inmunitaria inducida frente a la infección bacteriana. Las hembras adultas de T. urticae, entre las que había arañas rojas y ácaros de dos puntos, se infectaron con E. coli y B. megaterium por inyección. Se analizaron transcriptos de ARN producidos por el genoma a las 3, 6 y 12 horas después de la infección.
Si bien las comparaciones transcriptómicas individuales entre los tetraníquidos inyectados y no inyectados mostraron una expresión diferencial, el equipo no halló ninguna respuesta sistemática a la inyección al analizar todos los momentos temporales y tratamientos aplicados. Se deduciría que la herida por sí misma no induce ninguna respuesta inmunitaria. La proliferación bacteriana en el interior de los tetraníquidos se mantuvo constante a lo largo de cuatro días después de la inyección, y ello tuvo su reflejo en sus tasas de mortalidad. Los autores afirman que ello es indicio de que en los tetraníquidos no se activa ningún mecanismo de resistencia ni tolerancia y que la proliferación bacteriana descontrolada fue la causa de las tasas de mortalidad observadas.
Lo explican así: «Hemos demostrado que las defensas de T. urticae son claramente insuficientes para afrontar infecciones bacterianas que resultan inocuas para Drosophila y otros
quelicerados como las pulgas (…) que ocupan un nicho ecológico muy diferente, es decir, excrementos de aves y otros sustratos propensos a la proliferación e infección bacteriana».
¿Por qué los tetraníquidos son vulnerables a las bacterias?
La naturaleza aséptica de la fuente de alimentación de los tetraníquidos se sustenta en la caracterización comparativa de las bacterias intestinales presentes en las dos especies de ácaros estudiadas en este caso; los investigadores afirman que varían en varios órdenes de magnitud. Esa característica ecológica, que elimina la necesidad de equilibrar constantemente las interacciones bacterianas, puede aliviar la presión para evolucionar o mantener una respuesta regulada o inducida transcripcionalmente.
Los autores confían en que otros estudios sobre la inmunidad bajo regímenes dietéticos comparables de artrópodos aporten respuestas más claras acerca de los factores que determinan la degeneración convergente de este tipo de respuesta inmunitaria. Otros trabajos recientes han demostrado que, aparte de los áfidos, otras especies que se alimentan de floema y savia, como las moscas blancas y los psílidos, cuentan con una microbiota intestinal reducida tanto en poblaciones de laboratorio como naturales. De ello se desprende que también podrían ser vulnerables a infecciones bacterianas, lo que plantea la posibilidad de dar con un mecanismo eficaz de control y, a la vez, reducir la cantidad de plaguicidas que se aplican.
El proyecto DOGMITE (The unique dioxygenases of phytophagous spider mites: new enzyme players in plant-herbivore interactions?) tenía entre sus objetivos lograr avances hacia aplicaciones biotecnológicas interesantes para la agricultura y otros sectores muy distintos.
Las Acciones Marie Sklodowska-Curie: un motor de la investigación en la UE
Hoy, 7 de noviembre de 2017, se cumple el 150º aniversario del nacimiento de Marie Sklodowska-Curie. Hace veinte años la Unión Europea estableció las
Acciones Marie Skłodowska-Curie en su honor, y desde entonces más de 100 000 investigadores han recibido apoyo a través de ese programa, con el que se conceden becas para apoyar la carrera profesional de toda clase de investigadores, sean doctorandos o investigadores de larga experiencia, y con el que se fomenta la movilidad transnacional, intersectorial e interdisciplinar.
Para más información, consulte:
Página web del proyecto en CORDISvídeo resumen de las Acciones Marie Skłodowska-Curie Actions