Cuando los cereales desarrollan semillas, los minerales y otros nutrientes de las hojas tienen que reubicarse a la cabeza de la semilla. En el trigo, el gen de contenido de proteína del grano (GPC) controla este proceso, que aún no se conoce con precisión.
El proyecto financiado por la Unión Europea WHEAT SENESCENCE (Dissection of the senescence and mineral remobilization pathways in wheat) utilizó plantas de trigo mutadas para revelar algunos detalles de este proceso.
Los científicos modificaron genéticamente plantas de trigo de forma tal que suprimieron algunas versiones del gen GPC (existen dos copias del gen). Identificar los procesos que se ven afectados por la supresión de dichos genes quizás permita averiguar la función exacta de cada gen.
Los investigadores cultivaron plantas mutantes y normales en condiciones de campo en cuatro emplazamientos distintos. Los resultados demostraron que las plantas sin los genes GPC se demoraban más en perder sus hojas y que los granos presentaban menos nutrientes.
Los científicos del proyecto WHEAT SENESCENCE utilizaron plantas mutantes para identificar cientos de genes afectados por la expresión de dos genes GPC. Eran es su mayoría genes que participan en el transporte de glúcidos, hierro y zinc.
Por último, los científicos crearon un mapa genético del trigo muy detallado que será utilizado por un consorcio de investigación internacional en otros estudios. Los resultados del proyecto podrían facilitar la identificación de aquellos genes que deben modificarse o seleccionarse para mejorar el contenido nutricional de los cultivos cerealistas.