¿Por qué las lagartijas pierden el color con los años?

El estrés oxidativo, es decir, el daño producido por los radicales libres, es un tema candente en investigación científica por su efecto sobre el cáncer, la infertilidad y el envejecimiento. Recientemente, la Unión Europea ha financiado un singular estudio en animales que permite comprender mejor el proceso.

El proyecto «Reactive oxygen species and the evolution of life histories» (ROSELH), constituye uno de los primeros estudios que analiza a dos especies diferentes tanto en su entorno natural como en el laboratorio. Las especies estudiadas fueron el Ctenophorus pictus australiano y la Taeniopygia guttata (una pequeña ave cantora).

Se eligió la primera de estas especies porque vive poco tiempo, su tasa de reproducción es alta y su color es nítido (el cual se pierde con la edad). Estas características permitieron estudiar los efectos sobre la reproducción y la inmunidad asociados a la edad.

Encontraron una asociación y una correlación positiva entre la coloración y la exposición a radicales libres. Además, se observó que las concentraciones más altas de testosterona son indicativas de una pérdida de color por edad en machos; en hembras, la reproducción aumenta la actividad metabólica, que a su vez aumenta la concentración de radicales libres.

Los científicos utilizaron la especie Taeniopygia guttata para investigar más a fondo el efecto que causa sobre los cambios fisiológicos y de comportamiento en la vida adulta la exposición a radicales libres durante las primeras etapas del desarrollo. El objetivo fue corroborar la aparición de características propias de los radicales libres a largo plazo.

Aún resta comprender cómo influyen exactamente los radicales libres en la salud y evolución de los organismos. No obstante, gracias a este proyecto se dispone de nuevos conocimientos sobre la función del estrés oxidativo en biología evolutiva, abriéndose así nuevos caminos de investigación interdisciplinaria.

publicado: 2015-05-18
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