Hacia un modelo genérico para la toxicología

Recientemente concluyó un proyecto de investigación en el que se han desarrollado unos modelos que ayudarán a determinar si cierta sustancia es tóxica para una gama amplia de animales.

La evaluación de riesgos ambientales en sustancias químicas potencialmente tóxicas representa una tarea de dificultad creciente por la aparición de normativa nueva y la exigencia de incrementar la precisión, además de por las consideraciones éticas que entran en juego. El modelado del comportamiento de tales compuestos potencialmente tóxicos podría resolver el problema, pero los modelos tendrán que ganar en precisión para que puedan usarse de forma generalizada.

El proyecto europeo MEMOCTR se propuso mejorar los parámetros correspondientes a tales modelos de la toxicidad. El trabajo se centró en la toxicidad de algunos metales para organismos marinos y tenía el propósito de incrementar la exactitud y ampliar la aplicabilidad de los modelos.

Se recabaron datos sobre toxicidad de los metales a partir de animales marinos como la trucha arco iris y el caracol Lymnaea stagnalis. Los datos se relacionaron con varias características físicas de tales organismos con vistas a adecuar los modelos ya existentes a una gama más amplia de especies.

Se descubrió que la toxicidad en grado agudo para los animales guardaba relación directa con cierta propiedad de las sustancias químicas denominada índice covalente. Otro logro destacable fue que la toxicidad de los metales (en concreto, el cobre y la plata) depende sobremanera del peso tipo de la especie. Con esta información, el equipo del proyecto perfeccionó los modelos de toxicidad correspondiente a los dos metales.

La toxicidad de los metales se ha atribuido también a la pérdida de sodio. En concreto, la tasa de supervivencia de los organismos se ha vinculado con la pérdida total de sodio, si bien es preciso indagar al respecto antes de incorporar este extremo en los modelos.

Predecir la toxicidad en animales es una tarea muy compleja y difícil, pero MEMOCTR ha logrado avances de gran utilidad. Muy pronto los modelos de toxicocinética y toxicodinámica tendrán la precisión necesaria para obviar los experimentos con animales (caros y de dudosa ética) y para optimizar las evaluaciones de riesgos ambientales.

publicado: 2015-03-19
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