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A menudo se alzan voces críticas contra los campos de golf por consumir cantidades excesivas de agua, en especial en las regiones más secas como puedan ser las del sur de Europa. Un sistema desarrollado recientemente puede solventar esta problemática gracias a una red de sensores y a una unidad de control inteligente que permiten gestionar el uso de agua y reducir su consumo en un tercio.
Un estudio de la Unión Europea permitió crear métodos nuevos para evaluar los efectos ecológicos de la producción europea de alimentos y bebidas. El equipo mostró que la mayoría de los métodos no puede procesar las variaciones regionales y por tanto recomendó cambios en la base de datos y desarrolló una herramienta informática.
Comprender la relación existente entre el clima y los ecosistemas resulta crucial para prevenir cambios no deseados en el entorno como puedan ser la desertificación y la pérdida de especies. No obstante, los ecosistemas se caracterizan por contar con múltiples elementos y escalas, lo que hace que resulten difíciles de comprender.
Científicos europeos han desarrollado técnicas destinadas a mejorar la gestión integral de los ecosistemas de agua dulce y de los sistemas urbanos de aguas residuales.
Para los geólogos de un proyecto financiado por la Unión Europea es evidente que la mayor parte de la corteza terrestre se ha originado a partir del manto subyacente. Sin embargo, ha quedado de manifiesto la gran dificultad que implica determinar el momento preciso de la formación de nueva corteza terrestre y del reciclaje de la corteza hacia el manto.
Para entender los cambios observados en la capa de aerosol de la estratosfera, los científicos se valen de la teledetección, que les permite recabar datos pertinentes. Ahora, un equipo de científicos financiados con fondos europeos realiza un modelaje en 4D de la formación y el transporte de los aerosoles, con especial interés en la etapa posterior a erupciones volcánicas.
La seguridad supone uno de los retos principales en lo que concierne a los nuevos reactores de neutrones rápidos de cuarta generación (Gen-IV). La investigación y desarrollo (I+D) que se llevan a cabo con el respaldo de la UE permitirán actualizar o desarrollar los códigos informáticos existentes de modo que puedan modelizar con exactitud unos diseños de reactor innovadores y los correspondientes escenarios de accidente.
Un equipo de científicos realizó simulaciones en un modelo con el propósito de calcular el impacto de distintos escenarios de emisiones antropogénicas sobre la calidad del aire en Europa y en el este del Mediterráneo teniendo en cuenta el clima actual y el previsible en el futuro.
El almacenamiento de gas hidrógeno comprimido (CGH2) a bordo de vehículos es una de las tecnologías clave de las tecnologías del hidrógeno y las pilas de combustible. La reducción de los costes de los depósitos y la mejora de su rendimiento respaldarán su popularización y la conformación de un sector del transporte más respetuoso con el medio ambiente.
Investigadores de Brasil y Europa comparten conocimientos mediantes intercambios de trabajo en el campo de la geología. Su propósito es incrementar la comprensión y las capacidades en geoquímica y abordar el reciclado de residuos pirometalúrgicos en la agricultura.
Científicos de la Unión Europea estudian procesos termoquímicos avanzados (PTA) y sus efectos en el medio ambiente con el propósito de promover el uso de biomasa como fuente de energía sostenible.
El desarrollo de tecnologías de energía limpia para automóviles debería ir de la mano de inversiones en infraestructuras. Un grupo de científicos financiado por la Unión Europea demostraron cómo se puede reducir a la mitad la energía necesaria para licuar hidrógeno y cómo ampliar la escala de la licuefacción de hidrógeno en Europa, lo cual permitiría disponer de una cadena de suministro energético con bajo contenido de carbono.
La tecnología de captura y almacenamiento de carbono (CCS) resulta una solución efectiva e innovadora de cara a reducir el dióxido de carbono (CO2) a nivel planetario. Un proyecto financiado con fondos europeos evalúa por primera vez los riesgos asociados al almacenamiento de CO2 bajo el lecho marino para los ecosistemas marinos.
La cantidad de energía que podría generarse a través de la diferencia de concentración de sal entre las aguas marinas y fluviales de todo el mundo se estima entre 1,4 y 2,6 teravatios, lo que equivale a un 20 % del consumo eléctrico total. Se trata de un proceso natural que no provoca contaminación térmica, no produce dióxido de carbono ni genera ninguna otra emisión contaminante debida a combustión.
La paleoceanografía estudia la historia de los océanos, incluyendo su composición química, temperatura y salinidad. Esta información permite extraer conclusiones respecto a la configuración y la intensidad de la circulación oceánica, que a su vez es el principal amplificador del cambio climático.
El brillo del Sol varía en todas las escalas de tiempo y en todas las longitudes de ondas. Una iniciativa financiada por la Unión Europea trabaja para recopilar observaciones dispersas de más de veinticinco instrumentos con el fin de representar con precisión cómo influye la irradiancia solar en el clima de la Tierra.
Un equipo sufragado por la Unión Europea se ha puesto manos a la obra para ampliar y gestionar una red colaborativa de organizaciones dedicadas a la investigación sobre biodiversidad. El equipo prevé desarrollar un mecanismo de fijación de agendas y crear un extenso repertorio de fondos y varias herramientas de divulgación.
Científicos de la Unión Europea estudian los efectos del almacenaje de dióxido de carbono (CO2) a gran profundidad en el subsuelo y redactan recomendaciones para operadores y reguladores.
Un nuevo atlas con mapas electrónicos que promueven el concepto de mapeo de controversias (controversy mapping) podría ayudar a las autoridades a gestionar el cambio climático de manera más efectiva.
La bioenergía que se genera a partir de biomasa refinada puede reducir las emisiones que contribuyen al cambio climático y, a la vez, aportar seguridad energética. La financiación cooperativa de los proyectos más prometedores en este campo reducirá, previsiblemente, los costes y aumentará la sostenibilidad.
El agua potable es un recurso limitado que se encuentra en peligro de contaminación a causa de plaguicidas, productos farmacológicos y otros micropolutantes. Una iniciativa financiada por la Unión Europea ha estudiado nuevas tecnologías de biorremediación de los recursos de agua potable contaminados con esos micropolutantes.
Un grupo de científicos financiado con fondos europeos trabaja en la mejora de las previsiones de la radiación solar y la nubosidad a corto plazo. Disponer de estimaciones fiables será muy beneficioso para el sector de la energía solar al posibilitar una reducción de costes y la implantación masiva de tecnologías de energía renovable.
En el marco de una iniciativa sufragada por la UE varias regiones europeas intercambian conocimientos técnicos sobre alternativas de reutilización de agua y nutrientes y desarrollan oportunidades de negocio.
La producción de energía a partir de fuentes renovables aumenta sin cesar, y ahora unos investigadores de la Unión Europea estudian la forma de integrar esa energía en la red de distribución sin perjuicio de la fiabilidad ni la calidad del suministro.
En el marco de un proyecto financiado con fondos europeos se investiga el uso de redes de sensores inteligentes en el sector del agua que son capaces de recolectar energía.
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