Ciencias físicas,
Ciencias de la tierra

Conocido como el yacimiento mesolítico de mayor riqueza e importancia de Gran Bretaña, Star Carr sigue albergando numerosos secretos que los arqueólogos ansían revelar antes de que sea demasiado tarde. En este sentido, la desecación de la turba, la fluctuación de las capas freáticas y los niveles de acidez sin precedentes están dañando el yacimiento a una velocidad preocupante.
Un método innovador de grabado en seco diseñado por investigadores financiados por la UE podría reducir hasta en un 25 % los costes de fabricación de células solares.
Una cosa es saber que la Tierra ya ha sufrido cambios climáticos abruptos, conocidos como eventos de Dansgaard-Oeschger (DO), en el pasado y otra es averiguar los motivos de estos cambios drásticos que se produjeron en unos plazos bastante reducidos. La Dra. Rachael Rhodes, de la Universidad de Cambridge, está reconstruyendo esa historia a partir de los registros químicos de testigos de hielo obtenidos en Groenlandia.
La retroalimentación entre el hielo marino y la disminución del albedo provocada por el deshielo marino, sobre todo en el Ártico, está intensificando el calentamiento global. Lo que no está tan claro son las consecuencias de una situación sin hielo estival de cara al objetivo mundial de mantener el calentamiento del planeta por debajo de los dos grados Celsius para 2100. Un estudio realizado en el proyecto TRANSRISK no ofrece consuelo y señala la necesidad de entender mejor el impacto del cambio climático abrupto en la región.
El cambio climático ya es de por sí preocupante como para añadirle la posibilidad de que se produzcan incidencias del tipo Dansgaard-Oeschger. No obstante esta posibilidad es muy real y es necesario por tanto conocer mejor estos eventos, cómo influyeron en la Tierra y cómo lo harán en el futuro. Los testigos de hielo mejor conservados del mundo podrían ofrecer la información necesaria para tal fin y además mejorar los modelos climáticos disponibles.
Un equipo de científicos respaldados por el proyecto financiado por la Unión Europea T-FORCES descubrió que las reservas de carbono aumentan con la diversidad, pero solo hasta cierto punto.
El paleoclimatólogo William Ruddiman sugirió recientemente que los humanos podrían haber influido en gran medida en el clima terrestre hace ya miles de años a través de las emisiones de carbono y metano generadas en la quema y la deforestación asociada a las primeras actividades agrícolas. El proyecto EARLYHUMANIMPACT se propuso verificar esta hipótesis.
Investigadores financiados con fondos europeos han creado varios sistemas experimentales innovadores con los que calcular con mayor precisión la cantidad de polvo cósmico que entra en la atmósfera y sus consecuencias.
Investigadores financiados con fondos de la Unión Europea han empleado un proceso nuevo denominado datación de la pulverización para conocer mejor la historia geológica y climática de la Antártida.
Takuro Kobashi, beneficiario de una beca Marie Curie de la Unión Europea, ha obtenido información esclarecedora sobre la evolución climática histórica de Groenlandia valiéndose de testigos de hielo y de un nuevo método basado en isótopos de ciertos gases que puede proporcionar datos más precisos sobre las temperaturas. Sus hallazgos apuntan a que tanto las temperaturas de Groenlandia como el nivel de los mares en todo el mundo podrían estar aumentado a mayor velocidad de lo vaticinado en las últimas proyecciones climáticas.
Un proyecto dotado con fondos europeos ha ayudado a diferentes ciudades a afrontar el futuro con confianza gracias a combatir el cambio climático, volver a teñir de verde los centros metropolitanos y prevenir la expansión urbana descontrolada mediante fórmulas novedosas y estimulantes.
El estudio de la respuesta de los seres vivos al cambio climático es esencial ante lo que parece cada vez más una tendencia irreversible. Sin embargo, a diferencia de otras especies que han suscitado un gran interés científico, los insectos parecen haber sido relegados a un segundo plano. Un proyecto europeo está tratando de cerrar está brecha en el conocimiento teniendo en cuenta características específicas de los insectos.
Una investigación cofinanciada por el proyecto EXPEER ha revelado que los vegetales se están adaptando gradualmente al aumento del dióxido de carbono (CO2) atmosférico, lo cual podría afectar profundamente a la seguridad alimentaria mundial y a la conservación de la naturaleza.
Gracias a fondos europeos, unos investigadores estudian los efectos de los cambios climáticos sobre los sírfidos (criaturas que imitan a avispas y abejas) y las consecuencias evolutivas de dichos cambios.
Los artífices del proyecto GEOPLATE, financiado con fondos europeos, emplean técnicas de detección magnética para conocer más a fondo la evolución histórica de las placas tectónicas de la Tierra y ofrecen herramientas para localizar nuevos recursos naturales.
Los resultados preliminares del proyecto DACCIWA, financiado con fondos europeos, indican que la calidad del aire en la región occidental de África se ha visto gravemente afectada por la quema de carbón vegetal, basuras y desperdicios agrícolas.
La investigación, financiada por la Unión Europea, revela que, cuando la política sobre cambio climático va dirigida solamente a atenuar sin tener en cuenta los costes de adaptación y los daños residuales, se producen desigualdades imprevistas.
Un conjunto de experimentos, análisis de datos y modelos matemáticos han proporcionado una evaluación cuantitativa robusta del cambio climático en mares interiores y sus regiones adyacentes, particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático y a las perturbaciones antrópicas.
Se han creado técnicas nuevas para determinar los periodos más cálidos y fríos de los últimos milenios que ya están ayudando a actualizar y modernizar el estudio del clima.
Un modelo capaz de predecir los efectos de las interacciones entre las nubes y los aerosoles sobre el Amazonas podría ayudar a los climatólogos a comprender cómo afectan los aerosoles al cambio climático.
Un estudio sobre los vínculos entre los cambios en ecosistemas vegetales y microbianos y los factores ambientales ha puesto de manifiesto cómo estos ecosistemas podrían ser alterados como consecuencia del cambio climático.
Un equipo apoyado por la Unión Europea está desarrollando un sistema de vigilancia de la calidad del aire para su uso público. Primero articuló estudios de caso referentes a varias ciudades europeas y después diseñó, construyó y ensayó módulos de sensores y de comunicación, incluyendo el software necesario.
Comprender la relación existente entre el clima y los ecosistemas resulta crucial para prevenir cambios no deseados en el entorno como puedan ser la desertificación y la pérdida de especies. No obstante, los ecosistemas se caracterizan por contar con múltiples elementos y escalas, lo que hace que resulten difíciles de comprender.
Para entender los cambios observados en la capa de aerosol de la estratosfera, los científicos se valen de la teledetección, que les permite recabar datos pertinentes. Ahora, un equipo de científicos financiados con fondos europeos realiza un modelaje en 4D de la formación y el transporte de los aerosoles, con especial interés en la etapa posterior a erupciones volcánicas.
Un equipo de científicos realizó simulaciones en un modelo con el propósito de calcular el impacto de distintos escenarios de emisiones antropogénicas sobre la calidad del aire en Europa y en el este del Mediterráneo teniendo en cuenta el clima actual y el previsible en el futuro.
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