Ciencias físicas,
Ciencias de la tierra

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Los módulos solares utilizados en la actualidad están cercanos al final de su vida útil tras dos décadas en servicio. Un equipo científico financiado con fondos europeos trabaja en el diseño de células solares más fácilmente reciclables y con un menor impacto medioambiental asociado a su fabricación.
El agua es un elemento esencial para la vida; sin embargo, anualmente se introducen en el ciclo hidrológico millones de productos químicos y sus reactivos y subproductos. Muchos de estos productos químicos aún no se han logrado identificar y no es posible saber con exactitud el riesgo que suponen para la salud humana y ambiental.
En muchas de los cursos de agua de Europa continental se observa una disminución de las poblaciones de peces, que se debe en parte al contacto con contaminantes acuáticos vertidos por las plantas de tratamiento de aguas residuales.
El cambio climático podría influir enormemente sobre la disponibilidad y la calidad del agua y aumentar además las probabilidades de que se produzcan inundaciones. Una iniciativa europea trabaja en la creación de un observatorio popular del agua que permitirá a los ciudadanos participar en la gestión de los recursos hídricos.
Un estudio financiado por la Unión Europea pretende servirse de la ayuda de los ciudadanos y sus dispositivos móviles para recopilar información medioambiental fiable. Mediante técnicas de colaboración masiva el equipo se ha propuesto obtener información geográfica sobre la distribución de las especies, las inundaciones y la cobertura del suelo de una reserva galesa.
Investigadores de varios países han unido sus fuerzas para estudiar y paliar los efectos del ruido subacuático que genera la navegación.
Más del 60 % de la pérdida total de calor de los edificios se produce a través de las ventanas. Se prevé que cada vez cobren mayor importancia las tecnologías capaces de lograr una mejora sustancial de las propiedades aislantes de las ventanas, así como una reducción del precio de las mismas y de la huella de carbono asociada a su producción y uso.
Un grupo de pequeñas y medianas empresas (pymes) está desarrollando un método más respetuoso con el medio ambiente y de mayor eficiencia energética para el tratamiento de lodos residuales. Este método ayudará a solventar el problema de la gestión de un volumen de lodos residuales creciente ante una legislación medioambiental cada vez más estricta.
El Mediterráneo acoge a una gama muy diversa de vida marina, una característica que sin duda se pretende conservar. Una iniciativa financiada con fondos europeos investiga la mejor forma de elegir y gestionar estos emplazamientos dedicados a la conservación del entorno marino.
Se ha desarrollado un software avanzado de modelización para evaluar el nivel de exposición de los seres humanos y el medio ambiente a sustancias químicas. Esta novedosa herramienta integra modelos multimedia, modelos farmacocinéticos basados en la fisiología (PBPK, Physiologically based pharmacokinetic) y modelos dosis-respuesta con el fin de abarcar toda la cadena de evaluación relativa a la exposición.
Mejorar la eficiencia de la propulsión podría reducir el consumo de combustible y las emisiones en el sector del transporte aéreo. Nuevos conceptos como los sistemas de propulsión distribuida múltiple y la integración de la propulsión en el bastidor podrían ayudar a alcanzar estos objetivos.
Las piedras ornamentales refuerzan las estructuras de soporte además de embellecer las casas, los jardines y los espacios comerciales de todo el mundo. Se ha desarrollado una nueva tecnología que permite examinar la roca antes de proceder a su extracción, reduciendo considerablemente el impacto medioambiental de esta industria.
Un proyecto financiado por la Unión Europea ha derribado las barreras entre instituciones dedicadas a la investigación de la química atmosférica para ofrecer a un abanico más amplio de investigadores acceso a una red de instalaciones.
Se ha efectuado una novedosa investigación que se espera que impulse el comercio agrícola entre la Unión Europea y la India a través del tratamiento de aguas residuales y de una disminución del consumo de agua.
Un equipo de investigadores ha desarrollado modelos de ríos y otros cursos de agua a fin de mejorar la gestión y conservación de los ecosistemas fluviales en el Mediterráneo.
Un grupo de científicos está desarrollando productos biológicos para detectar, controlar y limpiar de forma ecológica las mareas negras.
Cada vez se emplea la electricidad con mayor frecuencia en los motores de giroaviones en aras de una mayor eficiencia y seguridad. La alimentación de estos sistemas eléctricos mediante conversión del calor residual garantizará la sostenibilidad.
Se está creando una red de investigación entre instituciones de China y la Unión Europea de cara a incrementar el grado de conocimiento en materia de calidad del aire y cambio climático.
Para abordar la cuestión de la calidad de las aguas residuales, los investigadores están rediseñando los sistemas de tratamiento y proporcionando información más útil a los legisladores.
Un equipo de científicos financiados por la Unión Europea se embarcó en el estudio de nuevos materiales para mejorar la capacidad fotocatalítica del dióxido de titanio (TiO2). Los catalizadores de láminas delgadas diseñados descontaminan el agua con mayor eficiencia.
Unos investigadores han desarrollado un sistema de biofiltración novedoso que puede eliminar nitrógeno y fósforo de las aguas residuales sin la presencia de materia orgánica.
Un equipo de investigadores ha mostrado que las bacterias de los ecosistemas fluviales son capaces de descomponer contaminantes orgánicos comunes.
Mantener grandes reactores en vuelo mientras atraviesan miles de kilómetros a gran velocidad consume mucho combustible. Una nueva tecnología que reduce la resistencia aerodinámica y el peso podría reducir de forma importante el consumo de combustible y los costes y las emisiones asociadas.
Un equipo de científicos financiado con fondos europeos desarrolló sistemas electrónicos ligeros, pequeños y de baja potencia para actuadores que se pueden encontrar en aplicaciones aeronáuticas.
En junio de 1770, el explorador James Cook encalló en la Gran Barrera de Coral australiana y se convirtió en el primer europeo en descubrir el mayor arrecife de coral del mundo, hoy día un paraíso para científicos y turistas. El año pasado, el buque de investigación James Cook partió para estudiar corales singulares e inexplorados, esta vez en las profundidades del océano. El equipo, coordinado por Laura Robinson (Universidad de Bristol), beneficiaria de una beca del Consejo Europeo de Investigación (CEI), cruzó el Atlántico ecuatorial para recoger muestras de corales localizados a miles de metros de profundidad. En la expedición, la doctora Robinson obtuvo muestras que aportan indicios sobre cambios climáticos del pasado y próximamente expondrá sus descubrimientos en TEDx Brussels.
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