El consumo mundial de pescado y marisco ha aumentado más del doble en los últimos cincuenta años y se espera un incremento mayor según un
informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Europa figura entre los cinco principales productores de pescado del mundo, con una producción que representa aproximadamente el 3,2 % de la producción pesquera y acuícola mundial, según
datos de la Comisión Europea. En la Unión Europea, el 80 % de la producción proviene de la pesca y un 20 % de la acuicultura o cría en piscifactorías.
El cambio climático no solo está provocando el rápido calentamiento de la Tierra, sino que además está alterando la composición y la productividad de este sector y afectando a los recursos pesqueros y sus hábitats. ¿Cómo pueden los científicos y la industria acuícola comprender el impacto de tales vicisitudes y anticiparse a ellas? Un equipo de investigadores está buscando respuestas en el marco del proyecto financiado con fondos europeos CERES. CERES, denominado así en honor a la diosa romana de la agricultura, está estudiando cómo el cambio climático afectará a los recursos pesqueros y marisqueros más importantes de Europa y a las actividades económicas que dependen de ellos.
«Crecimiento azul» de la acuicultura y la pesca
Resumiendo los objetivos de CERES en
CORDIS, el equipo de investigación, coordinado por la Universidad de Hamburgo, comenta que creará herramientas de proyección a corto, medio y largo plazo para la industria pesquera y los responsables políticos a fin de «promover de forma más eficaz el crecimiento azul de la acuicultura y la pesca en diferentes regiones». CERES también abordará las respuestas del mercado a los cambios, tanto positivos como negativos, en la disponibilidad de productos básicos como resultado del cambio climático. El crecimiento azul es la iniciativa a largo plazo de la Comisión Europea para respaldar el crecimiento sostenible en los sectores marino y marítimo en su conjunto.
Como se explica en la
página web de CERES, el proyecto extrapolará las respuestas fisiológicas y ecológicas de especies de interés a fin de estimar futuros cambios en la productividad de recursos pesqueros y marisqueros empleando modelos biológicos. Según el sitio web, CERES recientemente reveló las proyecciones sobre cómo serán las temperaturas y las características biogeoquímicas oceánicas dentro de cincuenta años en el Atlántico nororiental y el Mediterráneo. El coordinador puntualiza: «Estas y otras proyecciones "físicas" (para el mar Báltico, el mar de Barents y el mar de Noruega, así como para los hábitats de agua dulce) se emplearán en modelos biológicos dirigidos a predecir cambios futuros determinados por las condiciones climáticas en la productividad de la pesca y el marisqueo en toda Europa».
Los investigadores comentan que, basándose en supuestos sociales y económicos futuros, CERES estimará las consecuencias para los sectores de la pesca, tanto marina como continental, y la acuicultura. El equipo espera proporcionar soluciones orientadas a la industria para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios potenciales del cambio climático. También identificará los retos en los que las estructuras de gobierno actuales pueden obstaculizar la adaptación futura de tales soluciones. Las regiones consideradas por el trabajo en curso de CERES (Climate change and European aquatic RESources) incluyen desde océanos en latitudes norteñas hasta el mar Mediterráneo y aguas continentales europeas.
Para más información, consulte:
Página web del proyecto CERES