Un equipo de investigadores dedicado al estudio de las causas que provocaron la tormenta de enorme envergadura que afectó a Oriente Próximo y Chipre en 2015 identificó la erosión como el factor principal, un problema agravado por la guerra en Siria e Iraq No obstante, a pesar de que la tormenta batió records, no se predijo, en parte por la dificultad que entraña predecir este tipo de fenómenos.
Un mínimo térmico en Siria combinado con una circulación de convección en Iraq y un aumento del polvo erosionado en Siria dio lugar a una tormenta de polvo que afectó a toda la zona de Oriente Próximo y Chipre en septiembre de 2015. La tormenta transportó cantidades inéditas de polvo hasta Chipre, con una profundidad óptica de aerosol superior a 5.0 a 550 nm.
Los investigadores del estudio, apoyados por varios proyectos financiados con fondos europeos, acaban de publicar
un artículo en la revista «Atmospheric Chemistry and Physics» en el que analizan las causas de la tormenta y describen la metodología vigente dedicada a la predicción.
Mantienen que el polvo se movilizó a raíz de flujos ciclónicos y «haboobs». Estos haboobs, corrientes locales y a mesoescala de densidad atmosférica que desplazan grandes cantidades de polvo, crean una pared de polvo en desplazamiento que puede elevarse hasta dos y tres kilómetros en la troposfera. Las tormentas resultantes provocan una reducción de la visibilidad que perturba actividades como el transporte y perjudican la salud.
El equipo al cargo del estudio, apoyado por los proyectos de la Unión Europea BEYOND, ACTRIS-2, ECARS y MARCOPOLO, explicó que el arrastre de las partículas de polvo en la troposfera se produce en la región turbulenta del frente de la corriente de densidad. Esto provoca células de convección secundarias a lo largo de su desplazamiento que pueden evolucionar hacia eventos de polvo a escala sinóptica. Los residuos de polvo se mantuvieron en suspensión tras el declive de la masa fría.
Las corrientes descendientes son más densas que el aire circundante por lo que se dispersan al impactar contra la superficie de la tierra, provocando así fronteras con ráfagas y turbulencias. Al desplazarse sobre suelo desprotegido y desértico, se levantan sedimentos. La guerra en el norte de Ira y en Siria ha provocado cambios en el uso del suelo como la discontinuidad en la agricultura que provoca un aumento de la erosión. La combinación de todos estos factores puede dar lugar a un muro de polvo en movimiento.
La mayoría de los métodos destinados al estudio y la predicción de estas tormentas de polvo intensas se basas en teledetección activa y pasiva, como por ejemplo el realizado por la
Red Europea Lidar de Investigación sobre Aerosoles y en simulaciones con modelos de alta resolución. Los episodios de convección y sus vientos racheados son difíciles de modelar, y por tanto, resulta complicado predecir las tormentas de polvo de esta naturaleza. De hecho, casi todos los modelos operativos fallaron a la hora de predecir el evento de 2015.
¿Cómo se pueden predecir estos episodios?
Según los investigadores, la clave para predecir estos eventos en los modelos atmosféricos está en el uso de un espacio de grid de resolución de nubes. «No obstante —indicaron— este espacio de grid de alta resolución solo puede utilizarse en áreas pequeñas debido a las limitaciones en la potencia de computación». Mantienen que cabe utilizar técnicas de teledetección como las que ofrecen las observaciones de los satélites geoestacionarios.
El artículo también ofrece una opinión positiva sobre la expansión de las redes de Lidar en zonas cercanas a la fuente de las tormentas de polvo, las cuales servirían de complemento a los modelos al ofrecer «observaciones terrestres precisas» sobre el perfil vertical de las columnas de polvo.
Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto BEYOND Sitio web del proyecto ACTRIS-2Sitio web del proyecto ECARSPágina web del proyecto MARCOPOLO en CORDIS