Tendencias científicas: Los terremotos más intensos podrían estar causados por la Luna
En un nuevo estudio se sostiene que los terremotos de mayor intensidad, como los que devastaron la costa de Chile en 2010 y Japón en 2011, tienen más probabilidades de producirse durante las lunas llena y nueva, los dos momentos del mes en los que las tensiones de marea son más fuertes.
En el estudio, publicado en la revista especializada «Nature Geoscience» y realizado por un equipo de la Universidad de Tokio, se sostiene que la misma influencia gravitatoria que la Luna ejerce sobre los océanos podría desencadenar también los terremotos en las fallas más frágiles de la Tierra. El equipo de investigadores calculó los niveles de «tensión de marea» antes de los terremotos más intensos registrados en las últimas décadas y constató que, a menudo, antes de un seísmo importante se habían producido tensiones elevadas.
Satoshi Ide y sus compañeros investigaron tres registros sísmicos independientes que abarcan Japón, California y el conjunto del planeta. Durante los quince días previos a cada seísmo, asignaron un número que representaba las tensiones de marea relativas de ese día, siendo 15 el valor máximo. Observaron que los terremotos intensos, incluidos los que sacudieron Chile y Tohoku-Oki, se produjeron cerca del momento de máxima tensión de marea, durante las lunas nueva y llena, en las que el Sol, la Luna y la Tierra se alinean. Entre más de diez mil terremotos de una magnitud aproximada de 5,5 grados en la escala de Richter, los investigadores constataron que un seísmo que comenzaba durante un momento de tensión de marea alta tenía más probabilidades de alcanzar una magnitud de 8 o superior. Sin embargo, no hallaron ninguna relación entre los terremotos de menor intensidad y la tensión de marea.
«Este hallazgo indica que la probabilidad de que una falla diminuta en una roca se propague hasta convertirse en una rotura de proporciones gigantescas aumenta cuanto mayor es la tensión de marea», explican los científicos en «Nature Geoscience». «Nuestra conclusión es que los terremotos de gran intensidad son más probables durante los periodos de alta tensión de marea».
El equipo de investigación también sostiene que el terremoto de magnitud 9,1 acaecido el 26 de diciembre de 2004, que provocó un tsunami de enorme poder destructivo que acabó con la vida de unas doscientas treinta mil personas en las costas del océano Índico, pudo tener como desencadenante la influencia ejercida por la Luna. Lo mismo ocurrió con el terremoto de 2011 que azotó la costa oriental de Japón dejando unos quince mil fallecidos y que provocó un grave accidente nuclear en la central de Fukushima.
Del mismo modo que las mareas de la Tierra están provocadas por la fuerza de tracción gravitacional de la Luna en su movimiento sobre la superficie del planeta, la Luna también ejerce presiones sutiles sobre la corteza terrestre, provocando deformaciones puntuales. Cuando se produce una leve deformación alrededor de una falla ya de por sí frágil, se pueden iniciar reacciones en cadena que desemboquen en un gran terremoto.
Ide y su equipo explican que sus hallazgos podrían contribuir a predecir mejor los terremotos y ayudar a las sociedades a prepararse para posibles seísmos, sobre todo para los de mayor intensidad, mediante el desarrollo de nuevos sistemas de monitorización guiados por el factor de influencia que es la Luna.
No obstante, esta conexión aún se tiene que verificar a fondo, puesto que otros sismólogos afirman que muchos de los grandes terremotos de la última década han tenido lugar en un momento en el que la tensión de marea no era un factor desencadenante a tener en cuenta. Una cosa es cierta: este estudio no va a poner punto final a esta cuestión. Existen demasiados factores que contribuyen al desencadenamiento de un terremoto.
Ide y su equipo se encuentran analizando otra lista de terremotos que tienen lugar en zonas donde las placas tectónicas con corteza oceánica se sumergen debajo de la corteza continental para determinar si el patrón que han registrado también se cumple en esos casos.
publicado: 2016-09-16