Un conjunto de experimentos, análisis de datos y modelos matemáticos han proporcionado una evaluación cuantitativa robusta del cambio climático en mares interiores y sus regiones adyacentes, particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático y a las perturbaciones antrópicas.
El proyecto
CLIMSEAS (Climate
change and inland seas: Phenomena, feedback and uncertainties. The
physical science basis) ha identificado procesos importantes de
retroalimentación que controlan el estado físico de los mares
interiores, prestando especial atención a los mares Aral, Negro y Caspio
y a las tendencias actuales de las fuerzas atmosféricas a escala
regional.
Los investigadores descubrieron que la circulación atmosférica desempeña un papel importante en la determinación de la influencia de factores naturales y antrópicos en las zonas de estudio del proyecto CLIMSEAS. Para la zona del mar de Aral, los resultados señalaron un transporte más frecuente de aire cálido troposférico desde Afganistán e Irán. Además, se identificaron anticiclones de bloqueo más débiles y menos persistentes en el sector europeo del océano Atlántico, que podrían reducir en última instancia la precipitación sobre la cuenca hidrológica del mar Caspio. El cambio en la localización típica de los anticiclones de bloqueo también podría afectar al balance hídrico del mar Caspio.
Los estudios en el mar de Aral demostraron la importancia de tener en cuenta procesos geomorfológicos, atmosféricos e hidrológicos a corto plazo en las predicciones marítimas y de una descripción actualizada de los grandes mares y lagos interiores para garantizar una predicción meteorológica correcta. El proceso de desecación del mar de Aral parece que ejerce una influencia local en el componente diurno del viento de superficie y en el rango térmico diurno.
Los investigadores también establecieron el vínculo entre la variabilidad climática actual y los registros de cambio climático de los últimos ciento cincuenta años a partir de sedimentos marinos de los mares interiores. Esto permitió a los investigadores obtener una visión más amplia de la relación entre el clima y los mares interiores.
Finalmente, un estudio paleolimnológico en el noreste del mar Negro mostró unas condiciones climáticas relativamente estables durante los últimos ciento cuarenta años, aunque los análisis de polen revelaron el efecto de las actividades antrópicas. Además, registros paleolimnológicos del mar Caspio revelaron cambios en la biodiversidad marina relacionados con el aumento de su temperatura superficial.
En conjunto, los investigadores de CLIMSEAS establecieron con éxito una red internacional de científicos e institutos de investigación de Europa, Rusia y Estados Unidos que trabajaron en conjunto para estudiar los procesos de retroalimentación entre el cambio climático y los mares interiores. Los datos obtenidos gracias al estudio de estos ecosistemas sensibles ayudarán a proporcionar información de gran valor sobre el cambio climático global.
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