El proyecto
ECO2 (Sub-seabed CO2 storage: Impact on marine ecosystems (ECO2)) estudió la cubierta sedimentaria y la columna de agua situada por encima en los emplazamientos tanto activos como posibles para el almacenamiento de CO2 y en manaderos naturales de CO2. El objetivo consistía en reconocer vías de fuga a través del recubrimiento, ubicar puntos de filtración en el lecho marino e investigar el efecto posible de las fugas sobre el ecosistema marino.
Los socios del proyecto realizaron un análisis de riesgo en los emplazamientos Sleipner y Snøhvit (mar del Norte) y el mar de Barents y otra ubicación propuesta que se ha denominado campo B3 del mar Báltico. Estos emplazamientos fueron seleccionados por ser representativos de las condiciones geológicas que con mayor probabilidad se utilizarán para el almacenamiento de CO2. Además, los manaderos se emplearon como laboratorios naturales. Se evaluaron aspectos como las rutas de filtración de CO2 y los manaderos en emplazamientos actuales y potenciales así como su impacto sobre los ecosistemas marinos.
Los investigadores establecieron instalaciones de mesocosmos y experimentos de laboratorio y realizaron herramientas de modelización numérica e interfaces para respaldar su trabajo científico. Además realizaron veintiuna expediciones marinas a los emplazamientos de almacenamiento marino y en donde se producen filtraciones para efectuar sus estudios y obtener datos. En esas travesías, los científicos utilizaron y desarrollaron una gama de tecnologías de monitorización punteras.
El equipo no detectó ningún tipo de anomalía relacionada con el CO2 en las masas de agua situadas sobre el emplazamiento de almacenamiento de Sleipner. Sin embargo, se emiten aguas de formación a través de una fractura de tres kilómetros de longitud situada a veinticinco kilómetros al norte de la plataforma de Sleipner, mientras que a través de pozos abandonados de esta misma zona están emanando tanto gas natural como agua de formación.
Las características geológicas observadas plantean una serie de cuestiones importantes que están siendo abordadas por ECO2. En concreto, si hay vías de gran permeabilidad para el flujo de gas y líquido cruzando el recubrimiento y si las tasas de emanación se ven incrementadas por los trabajos de almacenamiento. Otra cuestión relevante es si es posible que un emplazamiento de almacenamiento de CO2 bajo el lecho marino puede llegar a tener fugas que atraviesen el recubrimiento mediante estructuras de chimenea y conductos sísmicos, fracturas y pozos abandonados.
Para despejar las incógnitas acerca de la posible huella de una fuga de CO2, se efectuaron experimentos de liberación de flujos y trabajo de modelización numérica. Los resultados de los modelos y los valores de pH y CO2 del agua del fondo indicaron, en referencia a tasas de fuga realistas, un impacto reducido del CO2 sobre la flora y fauna del lecho marino. En cambio, los experimentos ejecutados en manaderos naturales y mesocosmos costeros experimentales mostraron que los procesos de nacimiento y desarrollo de organismos sensibles como los equinodermos sí se vieron perjudicados por el aumento de CO2.
Todos los resultados de ECO2 se han reflejado en una guía sobre mejores prácticas para la evaluación de riesgos ambientales en relación con el almacenamiento geológico de CO2 en altamar, una guía que supone el producto final del proyecto. El proyecto proporciona a la Comisión Europea, a las autoridades nacionales competentes y demás interesados información relevante sobre los riesgos medioambientales, las estrategias de vigilancia, la permanencia, los costes, la seguridad y la percepción del almacenamiento de CO2 bajo el lecho marino.