La infraestructura europea de investigación sobre biocombustibles

Una red de la Unión Europea trabaja para subsanar la fragmentación en las instalaciones de investigación y desarrollo dedicadas a las tecnologías termoquímicas mediante la concesión a investigadores de acceso a instalaciones experimentales y servicios de toda Europa.

La conversión de residuos de organismos vivos recientes como plantas y árboles (biomasa) en biocombustibles es una iniciativa de la Unión Europea que promete reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En los países europeos líderes ya existen instalaciones experimentales de alto nivel donde los investigadores han estado trabajando para abordar los retos que plantea la producción de biocombustibles y el establecimiento de biorrefinerías.

Un consorcio de veintiséis socios inició el proyecto BRISK (The European research infrastructure for thermochemical biomass conversion), financiado por la Unión Europea, con el fin de fomentar y facilitar la investigación cooperativa sobre la conversión termoquímica de biomasa en sus laboratorios de investigación.

La iniciativa BRISK fomenta una cultura de cooperación en el seno de la comunidad científica europea mediante una combinación de investigación conjunta en red y de actividades de acceso transnacional.

Los miembros del consorcio trabajan en el desarrollo de protocolos y bases de datos con el fin de facilitar el uso compartido de datos y la evaluación comparativa de sistemas experimentales. Otro tema importante es el desarrollo de métodos y procedimientos avanzados de medición relativos a la conversión termoquímica de biomasa. Estos incluyen los constituyentes difíciles de medir, como las partículas, el alquitrán y el azufre. Se está trabajando en la tecnología de gasificación térmica y la actualización de tecnologías para mejorar la flexibilidad de la instalación gasificadora.

Otra tarea es mejorar los métodos de prueba avanzada y optimización de los procesos catalíticos de la conversión biosintética de gas en biocombustibles líquidos o gaseosos de segunda generación. El trabajo del proyecto se centra en los combustibles sintéticos obtenidos mediante el proceso de Fischer-Tropsch, gas natural sintético, dimetiléter y metanol.

Los socios del proyecto utilizaron una amplia variedad de materias primas de biomasa europeas como madera, cultivos para energía, residuos agrícolas y otros materiales biogénicos no alimentarios para la conversión térmica de biomasa. Los materiales implicados en la catálisis fueron ceolitas, compuestos de cobalto, óxidos de cromo y aluminio y olivino. Finalmente, se estudió el impacto de los contaminantes, como los alquitranes, en las celdas de combustible de óxido sólido y del zinc y el plomo en las cenizas.

Mejorar el uso de la biomasa sin poner en peligro la sostenibildiad es una prioridad energética para Europa vinculada con los objetivos de eliminar la mayoría de las emisiones de GEI de aquí al 2050. Otros aspectos importantes en este sentido son la mejora de la seguridad energética en el suministro y la integración con otros sectores industriales como el agrícola. También puede lograrse un mayor aprovechamiento de biocombustibles y productos afines en unidades avanzadas de conversión de biomasa y biorrefinerías.

publicado: 2015-12-15
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