El uso de la biomasa como fuente de energía puede reducir la dependencia energética externa de la UE y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, el desafío consiste en verificar su viabilidad técnica, su sostenibilidad medioambiental y su competitividad económica a escala comercial.
El proyecto
BIOBOOST (Biomass based energy intermediates boosting biofuel production), financiado con fondos de la UE, está diseñando métodos de conversión para producir aceite, carbón o purines a partir de biomasa. El equipo está analizando sobre todo los métodos de conversión descentralizados haciendo hincapié en la flexibilidad de las materias primas, la eficiencia energética y la rentabilidad.
BIOBOOST está estudiando la conversión de desechos y de biomasa residual seca y húmeda en vectores energéticos intermedios mediante pirólisis rápida, pirólisis catalítica y carbonización hidrotérmica. El proyecto intenta realizar evaluaciones tecnoeconómicas, sociales y medioambientales de la cadena de suministro completa de todas las vías para portadores de bioenergía.
Los portadores de energía como el aceite de pirólisis con bajos niveles de oxígeno producidos a partir de pirólisis catalítica podrían acabar con la dependencia europea del crudo. BIOBOOST está desarrollando métodos para gestionar la producción de cincuenta millones de toneladas al año de biomasa residual y desechos agrícolas, municipales e industriales.
En comparación con las tecnologías convencionales, la carbonización hidrotérmica puede servir para prácticamente todos los tipos de desechos biológicos sin tratamiento previo. No solamente se incluyen los residuos y desechos con mucha agua procedentes de la producción de alimentos o la depuración de agua de alcantarillado, sino también las cáscaras de cítricos y los residuos de jardines infestados de malas hierbas.
El proyecto logró avances significativos en la optimización de procesos; además, los socios consiguieron producir los vectores energéticos intermedios que se habían propuesto producir. Estos portadores de energía se analizaron conforme a parámetros específicos de aplicaciones, como por ejemplo la combustión. Se han llevado a cabo los primeros ensayos de combustión de dos productos.
Al mismo tiempo, los socios crearon un modelo de simulación para estudiar la logística, el manejo y el almacenamiento de cada materia prima utilizada en función de su aplicabilidad y rentabilidad. Se consideraron factores importantes, como puntos de interés en Europa con una gran disponibilidad de materias primas, con vistas a incrementar la eficiencia.
BIOBOOST ha abierto la puerta a la conversión descentralizada de biomasa para su uso en aplicaciones a gran escala como compuestos químicos y combustible para transporte o, por ejemplo, en centrales de cogeneración.