La variabilidad climática rápida opera a escalas de tiempo centenarias o milenarias, y por lo tanto tiene el potencial de provocar cambios drásticos en escalas de tiempo humanas. Sobre la base de modelos climáticos y de una investigación paleoclimática, se ha planteado la hipótesis de que la circulación del océano Atlántico puede jugar un papel clave en la determinación de la magnitud y el carácter de importantes anomalías climáticas por todo el planeta. Estas observaciones se han restringido en gran medida al último ciclo glacial debido a la reducción del número de registros paleoclimáticos de alta resolución disponibles en relación con intervalos más antiguos.
El proyecto financiado por la UE MILLEVARIABILI (Origin and character of millennial-scale climate variability in the North Atlantic during different climate boundary conditions of the Pleistocene) amplió nuestro conocimiento del cambio climático a escala milenaria más allá del último ciclo glacial, a través de la llamada Transición del Pleistoceno Medio. De hecho, si queremos comprender los mecanismos y procesos de retroalimentación entre los diferentes componentes del sistema climático, debemos también entender la sensibilidad del sistema de la Tierra a diferentes forzamientos y explorar intervalos caracterizados por distintas combinaciones de condiciones climáticas de frontera. Aprovechando las secuencias sedimentarias largas, continuas y detalladas del Pleistoceno recuperadas del Atlántico Norte por la expedición Integrated Ocean Drilling Program Expedition 306, el proyecto realizó un estudio multiproxy de los cambios a escala milenaria en las condiciones de la superficie marina y de las profundidas marinas, la dinámica de la la circulación termohalina de aguas profundas y las interacciones del océano y la banquisa marina. El proyecto se centró en los sedimentos depositados en el período comprendido entre hace c. 925 000 y 600 000 años.
El principal hallazgo fue que los cambios en la geometría orbital de la Tierra y sus efectos sobre la distribución estacional de la insolación son un motor plausible de la variabilidad del clima en escalas de tiempo milenarias. En particular, el momento histórico de los cambios climáticos abruptos, así como la amplitud de las oscilaciones a escala milenaria, están fuertemente influenciados por la insolación orbital través de una modulación de la amplitud y la frecuencia. Cierto mecanismo relacionado con variaciones de precesión a baja latitud, con advección hacia las latitudes altas por procesos convectivos tropicales, podría haber generado una respuesta de este tipo, destacando así que las regiones de baja latitud juegan un papel importante en la respuesta del sistema climático al forzamiento orbital. Desde una perspectiva más amplia, los resultados sugieren que las variables medidas por proxies (o variables sustitutivas) se replican en ciclos que aparentemente siguen el ritmo de los cambios orbitales, lo que sugiere que el sistema climático es en gran medida comprensible y determinista, al estar supeditado a los forzamientos y a los antecedentes históricos.
El hallazgo de que el cambio climático es cíclico tendrá un profundo impacto en la ciencia en este campo. MILLEVARIABILI tendrá un impacto duradero en los investigadores y los responsables políticos del clima al haberles dotado de una mejor comprensión.