La fotocatálisis representa una de las maneras más baratas y efectivas de eliminar los contaminantes orgánicos tóxicos: tan sólo se necesita oxígeno y la luz del sol. En la actualidad, las aplicaciones prácticas de la técnica son escasas debido a las bajas velocidades de degradación fotocatalítica y los altos costes asociados con la construcción del fotorreactor.
Un proyecto financiado con fondos europeos, (
4G-PHOTOCAT), pretende desarrollar una nueva generación de fotocatalizadores nanofabricados de bajo coste para la descontaminación del agua mediada por la luz solar. El consorcio combina la pericia de siete socios académicos y tres industriales procedentes de cinco Estados miembros de la UE y dos países del Sudeste Asiático.
Los fotocatalizadores desarrollados en el marco del proyecto consistirán en partículas de dióxido de titanio unidas con catalizadores redox nanoestructurados basados en elementos baratos y fácilmente disponibles. Se usarán en forma de pintura, para poder aplicar las capas fotoactivas a distintas superficies. Esos fotorreactores pintables servirán como dispositivos de bajo coste para la descontaminación mediada por la luz solar del agua potable y de riego con la eliminación de contaminantes orgánicos persistentes (COP) altamente tóxicos.
Los fotorreactores pintados de bajo coste se utilizarán para la eliminación de COP mediada por la luz solar en zonas rurales remotas de Vietnam y otros países. El objetivo es mejorar la salud de personas desfavorecidas, con pocos recursos, que viven en zonas afectadas por la sobreutilización de herbicidas y otras sustancias orgánicas tóxicas.
Los fotocatalizadores desarrollados por los miembros del proyecto pueden tener también otras aplicaciones fotocatalíticas, como la depuración del aire o la producción de combustibles a partir de energía solar. El trabajo tendrá asimismo un gran impacto en la nanotecnología en general, incluidas las áreas de catálisis, salud, medio ambiente, energía y transporte. No es de sorprender que las previsiones indiquen que el mercado para aplicaciones fotocatalíticas experimentará un boom en los próximos diez años.