Una ERA nueva con mayor esperanza de vida y buena salud

Un estudio nuevo basado en el trabajo realizado por el proyecto financiado con fondos europeos ERA y apoyado por otros dos ha proporcionado indicios adicionales que corroboran la capacidad de la restricción dietética para prolongar la esperanza de vida y retrasar o evitar problemas de salud relacionados con la edad.

La salud humana recibió un enorme espaldarazo tras descifrar el genoma humano. Sin embargo, para conocer mejor los procesos físicos relevantes, como la enfermedad o la influencia del envejecimiento, es necesario investigar más el modo en el que los genes se organizan y expresan así como su orden secuencial. Los problemas que surgen en este mecanismo de control, denominado epigenoma, guardan relación con muchas enfermedades comunes como la diabetes y el cáncer. El epigenoma también se relaciona con el declive debido al envejecimiento, lo cual entraña mayor importancia si cabe dado el creciente envejecimiento poblacional que se experimenta en todo el mundo.

Aun así, existen indicios sólidos de la reversibilidad de los cambios epigenómicos. Para investigar esta posibilidad es necesario crear mapas de referencia de todos los tipos de células humanas relevantes, diseñar modelos precisos y registrar el modo en el que los factores medioambientales influyen en los perfiles epigenéticos a escala personal y poblacional.

Proteger y reprogramar mediante restricciones dietéticas

Un estudio publicado recientemente en la revista Genome Biology trata sobre el trabajo realizado en torno a uno de estos factores medioambientales, la dieta. Se sabe que reducir la ingesta de alimentos durante el envejecimiento puede favorecer la salud y la esperanza de vida en varias especies, entre ellas roedores y macacos Rhesus. También hay indicios de que las restricciones dietéticas pueden mejorar la salud cardiovascular y metabólica en humanos, si bien aún no se sabe con exactitud los mecanismos implicados.

El estudio, basado en el trabajo del proyecto financiado con fondos de la Unión Europea ERA (y apoyado por los proyectos BLUEPRINT y EPIGENESYS, también apoyados por la UE), sacó a relucir que la vida de los ratones puede alargarse en un 30 % si se reduce la dieta en un 40 % en relación a la de los del grupo de control. Para explicar esta situación, los investigadores estudiaron el impacto epigenético de la restricción dietética en el genoma al completo. De este modo descubrieron que los cambios pangenómicos en la metilación del ADN (un mecanismo celular dedicado a controlar la expresión génica) relacionados con la edad se evitaban en gran medida con una restricción dietética. Además, este tipo de restricción también influyó en la reprogramación de genes del metabolismo lipídico, lo cual protegió ante aumentos relacionados con la edad de los depósitos de grasa en el hígado y del desarrollo de resistencia a la insulina hepática, sintomática de la diabetes de tipo 2.

El profesor Wolf Reik, director del programa de epigenética del Instituto Babraham (participante en el consorcio del proyecto EPIGENESYS), declaró lo siguiente: «Este trabajo amplía considerablemente nuestros conocimientos sobre la regulación epigenética del envejecimiento y de la restricción dietética al conectar el epigenoma de un modo más directo con los cambios lipídicos asociados con un envejecimiento saludable. Mediante trabajos posteriores se estudiará si la restricción dietética ejerce un efecto de memoria epigenética a largo plazo en el genoma».

Medicina regenerativa

De cara al futuro, el artículo señala que la investigación realizada se suma a los indicios cada vez más numerosos del valor de «componentes concretos de las rutas detectoras de nutrientes» como dianas farmacológicas valiosas en el desarrollo de tratamientos diseñados para evitar las enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Para contar con sustancias químicas que simulen la restricción dietética y reduzcan las enfermedades relacionadas con la edad, será necesario conocer mejor la función que desempeñan los epigenomas y los mecanismos biológicos implicados. El Consorcio Internacional del Epigenoma Humano (IHEC) se creó para coordinar los trabajos dedicados a este fin.

El proyecto europeo BLUEPRINT, concluido recientemente, se creó para generar cerca de cien epigenomas de referencia que estudiar (centrándose en enfermedades de las células sanguíneas) y crear nuevas dianas para compuestos, así como para desarrollar tecnologías inteligentes con las que mejorar las pruebas diagnósticas. EPIGENESYS aportó una representación cuantitativa de los mecanismos epigenéticos para mejorar los modelos predictivos.

Para más información, consulte:
Página web del proyecto ERA en CORDIS
Página web del proyecto BLUEPRINT
Página web del proyecto EPIGENESYS

fecha de la última modificación: 2017-04-21 17:15:01
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